Bailando, tienes algo de orientales ensueños, y la risa de tu boca es un sonar constante de cristales, una florida catarata loca. Bailando, tienes algo de sultana, y en la penumbra de tus ojos brilla el fulgor del mirar de una gitana embriagada de sol y manzanilla. Bailando, tienes algo de las siestas calurosas de estío, y en tu pecho se amustian los claveles reventones... Cuando bailas, paréceme que asestas puñaladas. Tus ojos en acecho son puñales que hieren corazones.
Cante flamenco procedente del aligeramiento del compás de la soleá.
Etimologicamente, su nombre procede del vocablo "BURLERÍA": Burla.
Este cante apareció a mediados del siglo XIX.Es un cante festero, de ritmo alegre, con mucha fuerza en su interpretación.Se presta al jaleo y al acompañamiento con exclamaciones flamencas.
El baile de la bulería es uno de los más repletos de ilusión por parte del artista porque le permite mucho lucimiento y gran comunicación con el público, el estilo admite mayor improvisación.
El compaś es el mismo que en la soleá:
1 2 3 /4 5 6 / 7 8/ 9 10 /11 12
Es más adecuado interpretar la bulería como un ritmo de 6 tiempos en vez de 12, especialmente en facetas de guitarra o en el cante.En la bulería de 6 tiempos hay basicamente 2 variaciones rítmicas.
Bulería De Jerez: Son las que tienen un mayor predominio del ritmo en su estructura musical.
Bulería De Cádiz: Es distinta a las demás. En su acompañamiento cambia el tono de la guitarra, que va por cantiñas, es decir, en tono de SI y no en tono de FA.
Bulería por Soleá:
De ambas maneras se llama al cante que es producto de la intensificación del ritmo de la Soleá o de la desaceleración del de la Bulería. Este cante es un paso intermedio entre la Soleá y la Bulería, pero responde al mismo compás de ambas.
Son Bulerías para escuchar. Conservan la pureza y compás de las Soleares, pero se aligeran en su ejecución.
Entre los INTÉRPRETES de este cante, destacamos a los que han creado algún estilo dentro de él:
El Niño Gloria
La Moreno
La Pompi
María Peña
Trabajo realizado por: Manuel García y Cristian Mejías